Compositoras

Cécile Chaminade (Compositora) 

Cécile
 
Cécile Louise Stéphanie Chaminade, fue una compositora y pianista francesa.
Cécile Chaminade nació en París en 1857 en el seno de una familia de clase media alta amante de las artes. Comenzó a estudiar música con su madre, continuando con Félix Le Couppey, Savart, Martin Pierre Joseph Marsick y Benjamin Godard. Compositora precoz, con sólo 8 años interpretó alguna de sus piezas ante Georges Bizet, el autor de Carmen. Bizet, amigo de sus padres, le recomendó estudiar en el Conservatorio de París, pero su padre se oponía a formarse como músico profesional: sólo veía las actividades de los músicos como parte de las “artes del placer”. Por lo tanto, se formó de forma privada con Félix Le Couppey en piano, Augustin Savard en escritura musical y Benjamin Godard en composición.
La oposición de su padre finalmente cedió. Tras su debut como pianista en 1877, fue acogida en 1880 por la Société Nationale de Musique para su Trío, op. 11, luego en 1881 para su Suite, op. 20, para orquesta. Su popularidad aumentó a lo largo de su vida, desde su primer concierto, que dio con 18 años. Escribió sobre todo piezas para piano y canciones de salón. Su obra fue considerable y en 1884 completó su sinfonía dramática Les Amazones, op. 26, sobre libreto feminista de Charles Grandmougin, que se estrenará en 1888 en Amberes al mismo tiempo que su Concertstück, op. 40, para piano y orquesta, una obra a la vanguardia de la influencia del Lejano Oriente que marcará la música francesa a partir de 1889. También compuso una Suite de orquesta, una ópera cómica La Sevillana, opus 10, un Trío n.º 2 para violín, violonchelo y piano, opus 34 y un Concertino para flauta y orquesta, opus 107. Entre sus 200 piezas para piano, en estilo romántico, destacan Estudio Sinfónico, opus 28; Seis Estudios de concierto, opus 35, Arabesco, opus 61; Seis Romances sin palabras, opus 76.
La Société Nationale de Musique acogió en 1887 su Segundo Trío, op. 34. El año 1888 vio el éxito de la creación en la Ópera de Marsella de su ballet Callirhoë, op. 37. Su inspiración innovadora fracasó hacia 1890 por razones aún por dilucidar. Luego comenzó su carrera como “compositora de salón”, con numerosas piezas para piano y melodías destinadas a aficionados. No volvió a la escritura sinfónica hasta 1902 con su Concertino, op. 107, para flauta y orquesta, por encargo del Conservatorio. Un contrato exclusivo la vincula con la editorial Enoch y la distribución de sus obras se realiza en todo el mundo. Su éxito en Estados Unidos es considerable: numerosos “Chaminade Clubs” la sitúan como un verdadero “modelo a seguir” de la mujer moderna. En 1901, se casó con Louis-Mathieu Carbonel, editor de música, quien murió en 1907. Aunque se casó, de hecho se consideraba “casada con su música”. Fue una de las primeras mujeres en dirigir orquestas y sería la primera compositora en recibir la Legión de Honor en 1913. Murió en Montecarlo el 13 de abril de 1944.